Eso dicen que es la vida, o por lo menos eso le escuché a una persona que veo a diario, cuando no olvido recordarla, un instante, un pequeño o gran instante esa es la premisa…
El cómo medir los instantes y la valoración que les otorgamos a ellos, simples cortos diminutos instantes o como dice Silvio, un diminuto instante en el inmenso vivir….
Que malabares tan cotidianos tiene el inmenso vivir!!, acciones propias y ajenas que marcan un camino de variados sabores y sin sabores, diminutos instantes agradecidos aunque sean mínimos, y a la vez nuestra alma se entristece por el fin de ciertos afectos, gestos, pensamientos, alegrías y todo hecho que nos hizo sentirnos satisfechos en un inmenso vivir….y de la misma forma nos alegramos de que el sin sentido dure poco…como dicen nada es eterno en el mundo y en un amargo diminuto instante, mientras más pequeñas sean sus huellas, más fácilmente le damos la despedida…
Y sigue existiendo el concepto del sin sentido, algo común en estos días en que creo que lo busco por el simple hecho de amar, triunfar, apoyar y entender…el simplemente hecho de entender, el punto es si vale la pena entender…y es así como vuelvo a observar lo cotidiano en un instante al sol y veo franquezas, sensibilidades, afectos, confianza, pero valorados ya no solo por su lado dulce, si no también por su lado amargo, me pregunto de qué sirven las franquezas dolorosas, las sensibilidades olvidadas, los afectos falsos, una confianza a veces tan excesiva que desearíamos no tenerla…
El amor te alimenta, y hablo de un amor hacia lo cotidiano, hacia lo insólito, hacia los detalles, hacia una sonrisa, hacia los objetivos, hacia los sueños…¡¡que manera de alimentar ese amor!!, el problema es cuando lo escondemos, lo disfrazamos de juegos insólitos, y entre negación, desmotivación, confusión y decepción este ya no nutre nada, se guarda en un cajón y cada vez se hace más frío, ¡¡ que miedo que ese frío traiga consigo el olvido!!, por que en ese momento ninguna llave lo podrá salvar, y es cuando caemos en la decepción de nosotros mismos, en la frustración, en una rabia absurda de querer lo que perdimos… voluntad es querer dicen por ahí, e ahí el punto, es una lastima que el querer sea tan perdurable, pero el hacer las cosas por querer sea tan frágil, por que la voluntad se ve superada por un cansancio que puede llevar minutos, horas, días, meses o años, todo eso por la poca valoración en su momento que nos termina contagiando y convenciendo de que ya nada vale la pena…de que un instante es tan frágil que si no se cuida podemos acostumbrarnos a el, a dejar de valorarlo, y hasta abandonarlo por que las ganas de salvarlo se fueron en aquella lágrima que ya cayó…
Y es ahí cuando el diminuto instante en el inmenso vivir vuelve con mayor fuerza, que ganas de que sea un hermoso instante al sol, lástima que no siempre lo sea, a veces es tan frio que nos contagia de un sin sentido que vuelve aparecer…pero el punto ya no es buscar el sentido, el punto es qué hacer con este sentido que siempre lo hemos tenido frente a nuestros ojos pero nunca lo hemos querido reconocer. “Que maneras mas curiosas de recordar tiene uno” dice una canción, el fin del ser humano de recordar y limitarse a vivir, que curioso afán tenemos de simplemente vivir y no ver los resultados de nuestros actos…pena, tristeza, miedo, vergüenza, por muchos motivos que no hacen más que negarnos la luz bajo un instante al sol… y es ahí cuando me vuelvo a sorprender… qué contradictorias acciones nos guían en el día. ..un día queremos, el otro odiamos, un día me gusta lo negro al otro día lo blanco, nos quejamos de llenos y nos llenamos con poco, decimos que somos fuertes pero flaqueamos frente a detalles, sin embargo otras veces descubrimos que somos más fuertes de lo que creemos, manifestamos una frialdad ante ciertas situaciones que no me deja de sorprender, una frialdad que muchas veces va en contra de la sensibilidad y ternura que demostramos, que contradicción es aquella indiferencia que no cabe en lo que supuestamente somos, y es ahí cuando simplemente descubrimos que no vemos nada nuevo, simplemente lo estamos por fin viendo…
Nada es eterno en el mundo, frase cliché de antaño, todos sabemos que nada es eterno en el mundo, sin embargo el sentimiento de perdida nos entristece y atemoriza, pero sin duda después de un tiempo que se acaben ciertas situaciones ¡cómo nos tranquiliza!…
Es así como somos un sin número de contradicciones sin sentido en un inmenso vivir, siento que la más grave es olvidar lo que somos y lo que merecemos, es ahí cuando dar el primer paso para subir la escalera se hace más simple, sin importar como es el resto de la subida...
es ahí cuando no importa la valoración que viene de afuera, por que el valor nos lo damos nosotros mismos...
es ahí cuando el perder algo o a alguien duele menos, por que sabemos que vale a pena para sonreír sinceramente mañana...
es ahí cuando dejamos de valorar lo que perdemos, simplemente por que si no nos contradecimos en lo recien mencionado, no podemos perder nada…en cada segundo, en cada minuto, en horas y en cualquier tiempo, todo en lo quer me dijo una person que veo a diario y aveces olvido...
todo en un inmenso y a la vez diminuto instante al sol!!